
“Una buena manera de empezar a cuidarnos es empezar por cuidar el suelo que nos alimenta”
Tierra Negra
Somos una pequeña huerta comercial situada en Santurde de Rioja, La Rioja.
Cultivamos una gran diversidad de vegetales, más de 40 especies de hortalizas y más de 80 variedades diferentes. Vendemos nuestros productos directamente en mercados, tiendas y restaurantes locales.
Cultivar en una pequeña superficie nos permite optimizar mejor nuestros recursos y ser más eficientes en la superficie en la que trabajamos. Nuestro objetivo principal es ser capaces de ofrecer una gran variedad de productos con de la mayor calidad nutricional posible y distribuirlos en circuitos cortos de comercialización. Para ello cosechamos nuestras hortalizas en su punto óptimo de maduración, consiguiendo así lo mejores niveles de azúcares y nutrientes en los vegetales.
La huerta.....
Nuestras prácticas
Si bien aún no estamos certificados como orgánicos, seguimos estas prácticas y cultivamos con principios biológicamente regenerativos.
Nuestro objetivo principal es el de trabajar para facilitar la restauración de la salud del suelo y la diversidad biológica del mismo a través de distintas prácticas:
· Labranza mínima. Gracias a esto favorecemos la madurez de la estructura del suelo y aumentamos la cantidad de materia orgánica del suelo al reducir su oxidación por la aireación excesiva del suelo. Esta práctica también nos permite ir hacia una microbiología de suelo más madura, aumentando las comunidades de hongos que no se ven destruidas por los aperos de labranza.
· Mejoramos la fertilidad a base de aportar compost orgánicos apto para agricultura ecológica. Con esto, aumentamos la materia orgánica del suelo y beneficiamos la microbiología del mismo.
· Restitución de la fertilidad in situ, gracias al uso de abonos verdes y rotaciones de cultivos sostenibles.
· No utilizamos ningún tipo de producto sintético, ni para el control de malas hierbas ni para el de plagas y enfermedades.
· Aumentamos la biodiversidad de la finca plantando arbustos y flores que den cobijo y alimento a todo tipo de insectos y aves.
Con todas estas prácticas conseguimos que año a año nuestro suelo esté más sano y sea más productivo. Tratamos de dejarlo mejor de lo que lo encontramos, algo lógico pero difícil de pensar bajo otro tipo de prácticas como las de la agricultura convencional.